Adiós muchachos compañeros de mi vida…no me voy a morir, pero si es
un sentido adiós a las personas que me acompañaron durante siete (7) años en el
desarrollo del proyecto Ruta del Sol Sector 2; y no me refiero solamente a
quienes fueron parte del equipo social que estuve liderando y con quien vivimos
experiencias extraordinarias que sin duda aportaron a nuestro crecimiento
personal y profesional; también mi abrazo sincero es para aquellas personas de
las otras áreas que hicieron posible la buena gestión del equipo social (ambiental, comunicación, predial, ingeniería, producción, operación, mantenimiento y seguridad); y
también echaré de menos a las comunidades que de distintas maneras acompañaron
el proyecto.
Me quedan los gratos recuerdos de
las tantas cosas buenas que logramos, como la creación del proyecto pedagógico
en cultura vial al que denominamos “Enrutados
con la seguridad vial”, una idea que nació a finales del 2010 mucho antes
que saliera la ley 503 de 2011 y que fuimos perfeccionando con el tiempo,
gracias al aporte desinteresado de los más de 250 docentes y los 6.000
estudiantes con quienes desarrollamos esta aventura que logró el reconocimiento
a nivel nacional como experiencia de Responsabilidad Social y fue destacada
como un ejemplo en el mundo de las concesiones viales del país.
Me queda la satisfacción de
apoyar el diseño e implementación de más de 100 proyectos productivos para
aquellas familias de alta vulnerabilidad y cuya dependencia de la carretera era
absoluta; de cada una de las campañas realizadas con los usuarios de la vía que
fueron debidamente concebidas desde un estudio del comportamiento de cada tipo
de usuario y según las temporadas del año; el diseño de un programa de
Responsabilidad Social (RSE) alineado con los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) y el cambio de enfoque del Programa de Seguridad Basada en el
Comportamiento (PSBC): “De la Conducta a
la Acción”; también de los encuentros comunitarios y la navidad compartida,
entre muchos otros proyectos que quedaron truncados o listos para
desarrollarse.
Me marcho con la alegría del
deber cumplido, de haber dado más de lo que se me pidió y de aportar ideas y
conceptos al complejo mundo de la gestión social en los proyectos de
infraestructura vial.
Me marcho agradecido con la
Concesionaría y con sus líderes que siempre dieron muestra de querer el
bienestar de sus colaboradores y de las comunidades; que nos permitieron hacer
las cosas que mencione y muchas más que demostraron que para esta organización
el bienestar de las personas siempre fue primero.
Me marcho con la convicción de
que la gestión social de los proyectos de infraestructura no debe ser la
cenicienta sino la piedra angular de los mismos pues su nuevo diseño con
enfoque de derechos humanos y un horizonte de responsabilidad social la
convierte en acciones proactivas hacia los grupos de interés armonizando el desarrollo
de las obras.
Me marcho así, con un acervo de
conocimientos y habilidades que me gustaría materializar en experiencias
similares para contribuir en la construcción de esta nueva Colombia donde el
desarrollo de los megaproyectos lleva consigo el mejoramiento de las condiciones
de vida de nuestros ciudadanos.
Adiós muchachos, compañeros de mi vida,
barra querida de aquellos tiempos. Me toca a mi hoy emprender la retirada,
debo alejarme de mi buena muchachada…
MUCHAS GRACIAS
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