lunes, 11 de febrero de 2008

NUESTRA LUCHA

La marcha del cuatro de febrero es una iniciativa ciudadana; es una postura política del ciudadano corriente, donde manifiesta su rechazo contra el secuestro y contra las farc. Sin embargo, algunos, con mucha suspicacia, ven en ello una manipulación del imperialismo norteamericano y un espaldarazo al gobierno de Uribe, deslegitimando asi la capacidad y la inteligencia, de los ciudadanos para expresarse sobre un hecho que afecta a la Nación.

Hace años cuando algún grupo de ciudadanos decidía organizarse (crear un sindicato, una asociación, cooperativa o grupo juvenil) o marchar para protestar por alguna injusticia o reclamar sus Derechos, entonces se decía que detrás de ello había una manipulación de los comunistas (primero rusos, después cubanos y luego chavistas) que pretendían desestabilizar el Sistema. No se ha creído posible que la gente piense por sí misma. Al ciudadano –Colombiano- nunca se le ha reconocido su condición de Sujeto dotado por la naturaleza con la inteligencia y el entendimiento para reconocer su propia existencia, interpretar sus problemas y tomar una postura según su comprensión de los hechos.

Será muy difícil abandonar el sub-desarrollo (como socio-económicamente se nos ha catalogado) si no partimos del principio esencial de creer en nosotros mismos. Cuando los españoles, franceses o alemanes realizan sus grandes marchas para rechazar una acción terrorista o una propuesta jurídica que va en contra del libre desarrollo de la personalidad, escuchamos por doquier elogios a la madurez política de pueblo europeo; pero si la idea es de un grupo de colombianos para hacer una marcha en Colombia, entonces es una jugarreta del imperio manipulando sus títeres.

Frente a ello yo propongo una lectura diferente, y es que los Colombianos estamos creciendo políticamente y empezamos a hacernos cargo de nuestros problemas. Las generaciones que nacimos cuando ya esta guerra (de guerrillas) existía, y desde la infancia solo hemos escuchado hablar de farc, eln, epl, m-19, narcotráfico, paramilitares, sicarios, violación de derechos, masacres, desaparecidos, desplazados, secuestrados, y muchos más, estamos empezando a reconocer nuestra condición de ciudadanos y hacer frente a nuestra realidad y no permitir que otros se atribuyan nuestras luchas.

Quizá esta marcha sirva para decirle a los grupos alzados al margen de la ley (guerrillas y paramilitares) que no necesitamos de su auto-proclamación de defensores de los intereses del pueblo; que los millones de universitarios le digan a las decenas de anacrónicos encapuchados (guardias rojos y demás) que no los necesitan para reclamar por sus derechos como estudiantes; y el ciudadano común a los líderes, traficantes de necesidades comunitarias, que esa forma de representación ya no la queremos.

Hablamos de empoderamiento pero no queremos que el ciudadano haga uso del poder que se le reconoce en la Constitución Política. Confundimos Participación con la Colaboración.

El pre-juicio de que “el pueblo” es bruto, debe terminar. No podemos crecer bajo la premisa de que somos incapaces. Es hora de enfrentar nuestra realidad y no seguir en la comodidad de la sala de televisión comentando lo duro que esta la situación y esperando que “alguien” haga “algo”. Es hora de que empecemos a luchar nuestras luchas. El cuatro (4) de febrero TODOS A LA CALLE.

No hay comentarios.: