sábado, 6 de octubre de 2012

ESPIRITU GANADOR

Distinción a Carlitos Serrano Vecino

Al sonar el pitazo final del partido, su rostro quedó totalmente desencajado. Miró alrededor y de inmediato comenzó a bajar las gradas del coliseo con prisa y decisión, saltó la barrera que separa la cancha de microfútbol de los espectadores y caminó tres pasos. A su alrededor todo era ajeno, mujeres, niños y hombres con camisetas del equipo visitante, que había resultado ganador, corrían sonrientes hacia sus ídolos del momento, los jugadores que habiendo ganado el juego pasaban a la final del Campeonato. También estaban las caras serias de los jugadores del equipo local, del cual Carlitos era su hincha más entusiasta; pero no estaban tristes, tampoco enojados, parecían más bien resignados, y esto lo enfureció más. Con las manos en la cintura miró en derredor sintiéndose impotente. Bajó las manos y la cabeza, camino de regreso lentamente, volvió a saltar la barrera para subir de nuevo por las graderías, abrazó a su madre e irrumpió en llanto.

El partido era la semifinal del campeonato nacional de microfútbol, partido de vuelta, entre el equipo de Bucaramanga y el de Bogotá. En el partido de ida el marcador quedó en empate cuatro a cuatro, por lo que cualquiera de los dos tenía el chance de ganar y pasar a la final. Las lágrimas de desconsuelo de Carlitos no eran por haber perdido sino por  un conjunto de factores que condujeron a esa realidad: primero, fue muy evidente la parcialidad de algunos árbitros hacia el equipo capitalino; segundo, la temprana expulsión del mejor jugador del equipo local y tercero, quizá la más importante, la falta de Espíritu Ganador en estos jugadores.
Esta ausencia de Espíritu Ganador es evidente por varias razones: la primera es que durante todo el campeonato estuvieron de primeros ganando partido tras partido por goleada, incluso a éste equipo ya se le había ganado y los habían goleado, luego de empatar en el primer partido y perder con un autogol en el segundo partido de esa semifinal, demuestra que los muchachos aun no están listos para enfrentar la presión que exige cualquier deporte de alta competencia en el  ámbito nacional. La segunda, es la evidente tranquilidad de los perdedores, no hay rabia, ni desolación, solo disculpas comunes como “dimos nuestro mejor esfuerzo” o “en otra ocasión será”, eso sólo refleja el espíritu mediocre de quien se conforma con nada.

Al otro lado esta Carlitos, que ha sido formado para ganar, por eso le duele, por eso llora, se siente impotente. No porque el campeonato de microfútbol sea el mayor trofeo del deporte nacional,  ni porque sus jugadores sean ídolos mundiales, es solo por el hecho de querer siempre ser un ganador. Lastimosamente para Carlitos, en su paso por la adolescencia hacia el mundo adulto, tendrá que darse cuenta que la mayoría de Sujetos que lo rodean no están pensando en la Gloria y en Ganar, solo en llevar su triste vida enajenada procurando el menor dolor en el mundo, es decir tendrá que aceptar que está rodeado de gente mediocre, según lo describe Jose Ingenieros “Lo habitual no es el genio ni el idiota, no es el talento ni el imbécil. El hombre que nos rodea a millares, el que prospera y se reproduce en el silencio y en la tiniebla, es el mediocre”.

Por eso Gracias a Carlitos por compartir con nosotros su Espíritu Ganador.


1 comentario:

Erminda Vecino Pico dijo...

Espíritu Ganador eso es lo que todos debemos tener siempre 💪