Nos hacemos en el tejido de relaciones que construimos con los otros, con lo otro y con nosotros mismos; y por eso el deseo de Poder, el Trabajo, el Amor y la incertidumbre ante la Muerte y su más allá, nos define como Seres Humanos. Sin embargo, también hay que decir que parte de la esencia del ser humano es el Conflicto; dicho de otra manera, el Conflicto es un elemento constitutivo de nuestro Ser social, no podemos ser seres humanos sin el Conflicto. Donde hay dos personas siempre, de manera latente, habrá un Conflicto.
Con esta introducción se me ocurre la siguiente cuestión ¿Porqué en los programas
de Gestión Social de los proyectos de Alto Impacto, el Conflicto Social
no es uno de los ejes sobre los cuales se construyen dichos programas?
Es cierto que desde la estructuración de los proyectos se realiza una
identificación de impactos y una matriz de riesgos sobre las cuales se plantean
unas acciones de manejo que están orientadas a la prevención de los conflictos
que se puedan generar durante la implementación del proyecto. Sin embargo, lo
que evidencia esta practica es que el Conflicto Social se contempla como algo anormal,
algo que sucede cuando lo planeado ha fallado y no como una condición
connatural al desarrollo del proyecto.
Un error de muchas empresas es creer que cuando se inicia un proyecto (en el sector extractivo o en Infraestructura vial) se inicia la vida
de las comunidades; la verdad es que ellas ya llevan muchos años asentadas en lo que técnicamente se
llama el Área de Influencia (A.I.) del proyecto y que para ellos es su espacio
vital, que han construido y dotado de Sentido, muchas veces desde el esfuerzo por su supervivencia
en ausencia del Estado. Por esta razón antes de iniciar un proyecto hay que levantar
un mapa de conflictos del A.I. y poder constatar cuales son históricos y no
tienen nada que ver con el proyecto, cuales son históricos pero se profundizan
con la presencia del proyecto y cuales se generan con el proyecto.
Adicionalmente hay que clasificar los conflictos entre aquellos que tienen un
origen Racional por las decisiones del proyecto y aquellos que tienen un origen No Racional y su tratamiento es un poco más complejo. Sobre esto quiero exponer
los siguiente:
Los conflictos que tienen motivos Racionales son aquellos que obedecen a la
lógica de la construcción del proyecto y que interfiere con las necesidades o expectativas
de las comunidades. Estos se resuelven más o menos de manera fácil, quizá con
algunos instrumentos propios del Plan de Gestión Social Contractual, el Plan
de Manejo Ambiental y un buen mediador y/o conciliador. Por otro lado, están los
conflictos No Racionales (no por ello irracionales sino que se dan en otra
esfera del pensamiento distinta a la razón) y que surgen por las rupturas que genera el proyecto con aquellos
intangibles que tienen que ver con hábitos, tradiciones, costumbres y afectos
que producen incertidumbre y con ella los temores, la rabia y la desesperación
que pueden conducir a estados de ansiedad, estrés o depresión. Este tipo de conflictos
son un poco más difíciles de abordar porque estamos en una situación donde la
persona considera que lo que está en juego es su propia existencia y no un estado
de cosas. En esta situación, además de las necesarias habilidades comunicativas y empatía del Gestor Social, se debe contar con las herramientas teóricas y la capacidad de construcciones epistemológicas que le permitan una mejor comprensión de los Saberes y Sentidos propios de las dinámicas sociales,
culturales, políticas, económicas y religiosas del contexto donde se realiza el proyecto.
Un conflicto no reconocido oportunamente y no gestionado
adecuadamente, involucrando a sus dolientes, terminará en desconfianza de las
partes y malas relaciones de vecindad, parálisis de las obras, retrasos, pérdidas
económicas y posibles multas y sanciones a la empresa.
Por estas razones considero que, el Conflicto Social es un concepto que
debe estar en el centro de la Gestión Social, como herramienta para la
comprensión e interpretación del entorno donde se desarrollarán los proyectos y
como clave para descifrar las posturas y vaivenes de las comunidades en sus áreas
de influencia, pues su visibilidad, el respeto
por sus orígenes y motivaciones, además de su tratamiento oportuno, marcarán
las dinámicas del relacionamiento con las comunidades el A.I. y el cumplimiento
cabal de los planes de acción proyectados.
2 comentarios:
Mas claro no canta un gallo. Las obras de infraestructura no son solo cemento y hierro. Son obras humanas para humanos y por ello son y debemos ser el foco central ...prepararnos para el desarrollo desde la historia de las mismas comunidades. No a sus espalda.
El conflicto social es la etapa donde el relacionamiento social no ha logrado satisfacer expectativas. yo prefiero enfatizar en la disuacion anticipada del conflicto. Esto es mas facil cuando las expectativas (o estados emocionales) son racionales y compartidos por la mayoria de pobladores afectactados. Cuando las expectativas son irracionales o ideologicas y solo compartidas por un grupo pequeño con fuerza de opresion, eso es mas complicado.
El mejor camino es trazar etapas para que el relacionamiento construya la conviccion que el proyecto tiene un efecto neto de beneficio amplio.
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