Cuando una persona es sometida a una cirugía de alto riesgo pasa por cuidados intensivos y debe permanecer un tiempo en la clínica al cuidado de médicos y enfermeras. No importan los títulos, ni el dinero, ni las influencias del paciente quien permanece en un estado de dependencia total y reza porque la joven enfermera que lo atiende este bien preparada y no se equivoque al administrar los medicamentos. El paciente en cuestión, espera que su enfermera sea una niña aplicada, que puso atención en clase, que sea proactiva y diligente. En ese momento su vida depende de esta joven, su acción oportuna es VITAL para el paciente.
De manera análoga, en la democracia, nuestra frágil democracia que parece haber salido de cuidados intensivos y no logra recuperarse, depende del VOTO de los ciudadanos. Así como la enfermera, no importa que tan humilde sea, si es Doctor o analfabeta, si es alto o bajo, hombre o mujer, blanco o negro, cristiano o musulman, el voto es VITAL para la Democracia.
Cada uno de nosotros tiene el poder de incidir en el destino de nuestra ciudad y nuestro departamento a través del Voto. Muchos piensan que un Voto no hace la diferencia, pero que tal que un médico o una enfermera decidiera que un gramo de alguna medicina no hace la diferencia, eso puede costarle la vida al paciente, de la misma manera un Voto puede “costarle la vida” a la democracia.
Ahora que comienzan formalmente las campañas y sabemos quienes son los candidatos, es tarea de los ciudadanos revisar cuidadosamente qué dicen ellos de si mismos, qué dicen los otros de ellos y especialmente qué dicen sus acciones. Qué es lo que más le conviene a la ciudad, por qué quieren gobernarla, cuál es la procedencia de sus recursos, son los ciudadanos quienes los candidatizan o ellos por si mismos se han candidatizado y se les ve de manera afanosa buscando cualquier espacio en el poder.
Tenemos tres meses para conocer los candidatos y sus propuestas; pensar, evaluar y decidir. Esa decisión tendrá un efecto inmediato durante los próximos cuatro años y uno mediato para los siguientes cuatro. Un Voto hace la diferencia y es Vital para disfrutar la ciudad de manera plena.
De manera análoga, en la democracia, nuestra frágil democracia que parece haber salido de cuidados intensivos y no logra recuperarse, depende del VOTO de los ciudadanos. Así como la enfermera, no importa que tan humilde sea, si es Doctor o analfabeta, si es alto o bajo, hombre o mujer, blanco o negro, cristiano o musulman, el voto es VITAL para la Democracia.
Cada uno de nosotros tiene el poder de incidir en el destino de nuestra ciudad y nuestro departamento a través del Voto. Muchos piensan que un Voto no hace la diferencia, pero que tal que un médico o una enfermera decidiera que un gramo de alguna medicina no hace la diferencia, eso puede costarle la vida al paciente, de la misma manera un Voto puede “costarle la vida” a la democracia.
Ahora que comienzan formalmente las campañas y sabemos quienes son los candidatos, es tarea de los ciudadanos revisar cuidadosamente qué dicen ellos de si mismos, qué dicen los otros de ellos y especialmente qué dicen sus acciones. Qué es lo que más le conviene a la ciudad, por qué quieren gobernarla, cuál es la procedencia de sus recursos, son los ciudadanos quienes los candidatizan o ellos por si mismos se han candidatizado y se les ve de manera afanosa buscando cualquier espacio en el poder.
Tenemos tres meses para conocer los candidatos y sus propuestas; pensar, evaluar y decidir. Esa decisión tendrá un efecto inmediato durante los próximos cuatro años y uno mediato para los siguientes cuatro. Un Voto hace la diferencia y es Vital para disfrutar la ciudad de manera plena.
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