jueves, 19 de junio de 2008

VIGILIA POR LAS VICTIMAS

Detrás el ruido de los autos y motos que cada día congestionan más y más las ciudades; de las máquinas de aquellas industrias que pregonan la recuperación económica; las voces de los vendedores informales para quienes todavía no hay recuperación económica; y la elocuente dialéctica entre acusadores y acusados en el contradictorio mundo de la política; detrás de todo eso, casi imperceptibles, se escuchan los gritos de las victimas que a su paso va dejando el fragor de una guerra que se alimenta del dinero fácil, la intolerancia y la estupidez.

Es el grito y el llanto de miles de madres, esposas, hijas, hermanas que sufren los ultrajes, saqueos, despojos y que impotentes han tenido que presenciar la violación, mutilación y muerte de sus hijas, hijos, esposos y padres; teniendo que desplazarse, de manera forzada, a una nueva realidad extraña, fría y egoísta, donde su dolor y llanto no significan nada, convirtiéndose en una estadística más, pisoteadas en su dignidad y sometidas a la mendicidad.

Es el grito desolado de miles de hombres que humillados han tenido que resignarse a dejar todo aquello que durante muchos años intentaron construir, de manera honesta, con la esperanza de una mejor vida para sus hijos y a quienes de un momento a otro le expulsaron de su mundo y sin saber cómo, pasaron de ser “Don” a un N.N cualquiera al que todos quieren esquivar.

Es el grito de miles de niños y niñas, con la mirada perdida, que perdieron sus padres, y su infancia, sin entender todavía por qué pasan esas cosas. Niños mutilados por la indolencia y majadería de los actores de la guerra. También es el grito de soldados y policías que vieron morir a sus compañeros en combate y a su vez quedaron lisiados; el grito de los jóvenes que le apostaron a una “oportunidad” en los grupos de milicias, sicarios, paras o guerrillas; o el de las familias de quienes un día desaparecieron y nadie supo cómo, por qué o quién se los llevó y solos les queda el triste rótulo de desaparecidos.

Por todos ellos y ellas, el próximo 24 DE JUNIO a partir de las 5:00pm se realizará en la Plaza Galán de Bucaramanga La Vigilia “Las víctimas somos todos” cuyo principal objetivo es visibilizar a las víctimas del conflicto armado en Colombia a través de la lectura, por parte de distintos representantes de la sociedad civil, de los testimonios de personas o comunidades que han sido víctimas del conflicto.

Con este ejercicio colectivo, se busca darles voz y rostro a las víctimas del conflicto armado y permitirle a la sociedad acercarse a esta realidad muchas veces omitida o sencillamente ignorada.

La vigilia es una iniciativa la Corporación VISIONARIOS que dirige el profesor Antanas Mockus y en Bucaramanga cuenta con el apoyo de la Fundación PARTICIPAR.

Nota: Según el último informe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados –ACNUR- Colombia es el país con más desplazados en el mundo, con más de tres millones.

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