jueves, 31 de julio de 2025

LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA DESDE CASA

 Cuando pensamos en “Desarrollo de Ciudad”, solemos imaginar vías, puentes, trenes o grandes infraestructuras. Pero existe una acción cotidiana y sencilla, que no necesita grandes inversiones ni maquinaria pesada, y que sin embargo mejora significativamente nuestra salud, reduce emisiones contaminantes, dignifica el trabajo de miles de personas y genera ahorro público: separar adecuadamente los residuos en casa. Este pequeño gesto tiene un efecto multiplicador extraordinario.

¿Por qué es tan importante?

 

En ciudades como Bogotá se generan alrededor de 7.500 toneladas diarias de residuos. Aunque hemos avanzado en la separación en la fuente, solo se aprovecha alrededor del 16%, lo que significa que miles de toneladas aún terminan diariamente en el relleno sanitario. Separar residuos orgánicos evita la generación de metano (CH), un gas con más de 80 veces el potencial de calentamiento global que el CO en un periodo de 20 años.

 

Reducir el metano tiene un impacto climático inmediato. Más de 26.000 recicladores de oficio registrados en Bogotá dependen de que separemos adecuadamente los residuos aprovechables. Una botella limpia y seca representa ingreso para ellos, mientras que mezclada con residuos de comida pierde valor.

 

Desarrollo urbano significa gestionar responsablemente los bienes comunes. Cada bolsa de residuos que sacamos a diario influye directamente en los costos de recolección, la vida útil del relleno sanitario, la calidad del aire, las metas climáticas locales y el sustento de familias recicladoras. Si logramos aumentar el porcentaje de aprovechamiento apenas del 16% al 25%, podríamos reincorporar cientos de toneladas diarias al ciclo productivo sin necesidad de grandes inversiones adicionales, simplemente cambiando nuestros hábitos.

 

¿Cómo hacerlo fácil y sin complicaciones?

 

Ü  Bolsa blanca (residuos aprovechables limpios y secos): papel, cartón, plásticos, vidrio, metales y envases multicapa. Es importante lavarlos, escurrirlos y secarlos antes de depositarlos.

Ü  Bolsa verde (residuos orgánicos): restos de comida y poda. Pueden compostarse o entregarse en rutas específicas de recolección.

Ü  Bolsa negra (no aprovechables): papel higiénico, servilletas usadas, papeles metalizados y residuos sanitarios.

 

Este código de colores está establecido por la Resolución 2184 de 2019 y es de fácil implementación en casa.

 

Sin embargo, hay TRES ideas erróneas que debemos superar:

 

1.      “Igual todo lo juntan”: Cuando los residuos están correctamente separados y limpios, son aprovechados efectivamente por recicladores o rutas selectivas. Mezclar con residuos de comida arruina el proceso.

2.      “No afecta el clima”: Evitar que los residuos orgánicos vayan al relleno sanitario es clave para reducir la emisión de metano, el gas de efecto invernadero más preocupante en las próximas décadas.

3.      “En mi edificio (barrio) no hay cultura”: La cultura ambiental se construye con reglas claras, educación breve y resultados visibles. En quince días, con una medición sencilla, se puede notar un cambio significativo.

 

Miremos un Plan práctico para implementar en 15 días:

 

²  Días 1–2: Coloca tres recipientes claramente señalizados.

²  Días 3–5: Coordina horarios con recicladores locales o verifica rutas selectivas.

²  Días 6–8: Realiza un mini taller de 15 minutos explicando qué va en cada bolsa y cómo lavar los envases rápidamente.

²  Días 9–12: Mide y registra cuántos kilos salen en cada tipo de bolsa.

²  Días 13–15: Publica los resultados visibles para motivar la continuidad del hábito.

 

Metas realistas y alcanzables:

 

En un conjunto residencial de 50 hogares, si cada familia separa un kilo diario de residuos aprovechables, se evitarían 350 kilos semanales de residuos en rellenos sanitarios, alrededor de 1,5 toneladas al mes. Para un barrio con 1.000 hogares, esto significaría entre 30 y 45 toneladas mensuales reincorporadas al ciclo productivo.

 

Separar adecuadamente los residuos no es simplemente una acción ambientalista, es un acto de ciudadanía responsable que libera recursos, prolonga la vida de los rellenos sanitarios, reduce gases contaminantes, impulsa la economía circular y mejora la calidad de vida de miles de recicladores y sus familias. El despertar ciudadano está al alcance de nuestra mano: comienza hoy mismo, después de lavar los platos, separando adecuadamente en casa.


Escuchar Podcast: https://www.youtube.com/watch?v=63P4Ad__D1g




 

1 comentario:

Antonio J. Mantilla S. dijo...

Saber separar desde la fuente que en cantidad son los mismos hogares, parece una tarea fácil, pero la misma cultura en que nos hemos movido es un obstáculo para la comprensión de algo tan sencillo y vital para la misma sociedad. Gracias por ese llamado al cambio