jueves, 17 de agosto de 2006

EL CONTROL SOCIAL

El control social es una acción que se desarrolla específicamente en el ámbito político de la vida social.

La sociología ha definido la Acción social como aquella donde “el SENTIDO mentado por el sujeto está referido a la conducta de otros, orientándose por ésta en su desarrollo”; esto significa que la acción social es una acción regulada por las normas que rigen la vida social de donde extrae su SENTIDO.

Dicho de otra manera, una acción tiene SENTIDO cuando se puede comprender la intencionalidad del sujeto que desarrolla la acción dentro de un marco normativo. Por ejemplo: Cuando veo a Juan que, de lunes a viernes, sale de su casa a las 7:00am y regresa a las 7:00pm, comprendo que Juan sale de su casa a trabajar y regresa del trabajo; comprendo la acción de Juan en el contexto normativo del mundo laboral. Pero cuando observo a Juan inclinarse y tomar algo con su mano, puedo interpretar ese comportamiento de muchas maneras, quizá se inclino a recoger un billete, o un papel o simplemente tuvo una reacción a algún dolor, etc., este comportamiento de Juan es fortuito puede no ocurrir, no tiene SENTIDO dentro del mundo social que es un mundo regulado por normas. El SENTIDO lo da la intencionalidad de la acción que se desarrolla en un marco normativo.

Dicho esto podemos decir que la Acción social es una acción normativa y por tanto el criterio de validez de este tipo de acciones es el de “Correcto” o “Incorrecto”. Las acciones sociales pueden ser correctas si se ajustan al contexto normativo donde se desenvuelven o Incorrectas si faltan o violan la norma por las cuales se rige. Es por ello que, en los diferentes ámbitos del mundo social, estamos llamados a la construcción de un código ético y un código de justicia que nos permite imponer las sanciones o castigos a quien viola o infringe las normas.

En este marco podemos comprender el control social como un tipo de acción cuya intencionalidad esta referida a la vigilancia de la gestión pública para garantizar que los funcionarios públicos cumplan eficazmente con su labor y que los dineros públicos no solo lleguen a sus destinos sino que se empleen de manera óptima en beneficio de la calidad de vida de los habitantes del municipio.

El interés que motiva el Control Social es el bienestar colectivo, esto implica que las personas que realizan esta labor han internalizado profundamente el significado de ciudadano.

Ciudadano es un concepto surgido de la concepción racional de mundo, moldeado durante la ilustración, realizado en la revolución francesa y afinado durante el siglo XX en el marco de los Derechos humanos. El ser ciudadano hace alusión a un sujeto que se reconoce como un individuo con capacidad de resolver los problemas que se le presentan en su relación con la naturaleza, con los otros hombres y consigo mismo de manera racional.

El ciudadano es el Hombre Moderno por excelencia, que esta en la constante búsqueda de transformar su entorno, físico y social, se rige por un código ético basado en la responsabilidad y potencia su libertad al actuar dentro de los límites que establece el marco normativo legal, el cual se entiende, es querido por el mismo; es consciente que su mundo es una representación construida desde la razón a la que considera universal y por lo tanto ve en los otros, los valores constitutivos de todo ciudadano: libertad, dignidad y solidaridad. La concreción de este concepto se da en el proceso de construcción del Estado-Nación y se expresa a través de la Democracia como forma Institucional.

Sin embargo, es un hecho que en nuestra realidad, estos preceptos están lejos de ser parte de nuestra condición socio-política ya que culturalmente heredamos los principios premodernos de las sociedades feudales desde donde hemos construido un híbrido con las nociones modernas de la organización social y las tendencias posmodernas de la contemporaneidad.

La concepción moderna del mundo no nos es ajena por cuanto nuestro ordenamiento jurídico-político esta fundado en ella, sin embargo con nuestra herencia cultural, premoderna, hemos desarrollado un modo de vida donde conviven desfasadamente los principios modernos del Estado-Nación con una concepción de mundo donde no parece el concepto de ciudadano, lo que ha contribuido en gran parte a vivir la ingobernabilidad de modo permanente. Sin embargo, a pesar de ello, desde la constitución política de 1991 y los aportes que trae consigo la internacionalización de la justicia y las dinámicas globalizantes ha ido surgiendo una nueva conciencia ciudadana que reclama las garantías que debe suministrar el Estado Social de Derecho y hace uso de los instrumentos y mecanismos que la constitución y la ley le permiten.

Este despertar del ciudadano en Colombia se da en el reconocimiento de que la realidad social no es un acontecimiento natural sino que es el producto de los acuerdos y disposiciones que realizan las personas que empoderadas por el pueblo, al ser elegidos democráticamente, los representan en las decisiones que deben favorecer el interés colectivo. De esta manera las personas han venido tomando conciencia sobre su situación y su papel como agente transformador de la realidad a través de las vías que la misma sociedad le brinda, esto les permite tener una visión del Estado ya no como un ente ajeno a la vida de las personas sino como el escenario que, funciona con los recursos públicos, para garantizar el Bienestar colectivo.

Esta perspectiva nos muestra la acción del Control Social como la máxima expresión de la Solidaridad, pues se constituye en el mecanismo a través del cual los mismos ciudadanos pueden denunciar y prevenir los malos usos de los dineros públicos.


Entonces ¿Cómo potenciar esta iniciativa ciudadana de realizar control social y ejercer una veeduría eficaz a la gestión pública?

Esta pregunta lleva consigo la misma semilla emancipadora que tuvo la llamada educación popular de los años 70 y 80, pero con la diferencia de que no envuelve la cultura de masas en el velo romántico de lo popular como algo contrapuesto a lo institucional, sino que induce a la reflexión práctica de las personas sobre el destino que todos –como sociedad- debemos forjar con miras al telos de la construcción de un Estado Social de Derecho.

Esto significa que la formación para el control social es formación de conciencia ciudadana para el desarrollo de la democracia como forma de gobierno y estilo de vida; del respeto y vigencia de los Derechos Humanos como principios fundantes de la condición humana; y del Desarrollo integral (no solo económico) de los pueblos. En este sentido, la formación para el control social se puede entender como un conjunto de acciones pedagógicas que posibilitan la construcción de aprendizajes sobre el funcionamiento del Estado, el uso de mecanismos e instrumentos para la defensa y protección de lo público y la construcción de valores que reafirmen una vocación democrática de sobreponer los principios del dialogo y el consenso sobre el uso de la fuerza y la violencia.

El modelo educativo

Teniendo en cuenta lo expuesto debe anotarse que los procesos de formación ciudadana se circunscriben en aquella concepción que considera que el proceso educativo es la combinación de dos momentos inseparables: la enseñanza-aprendizaje y la formación.

El proceso de enseñanza-aprendizaje hace referencia al cúmulo de conocimientos que podemos construir por medio de operaciones y habilidades cognoscitivas; en cambio la formación es la huella o la marca que un modelo educativo deja en una persona, y que asimila tanto que, se convierte como en una segunda naturaleza, en este proceso esa marca es la conciencia ciudadana. Dicho de otra manera, a través de la construcción de aprendizajes desarrollamos una caja de herramienta teórico-prácticas que nos permiten resolver problemas desde un área específica del conocimiento y de la vida humana; y en el proceso de formación construimos los valores que orientan nuestro modo de vida.

Por otro lado el segmento de población con quienes comenzamos este proceso de formación ciudadana son personas adultas quienes presentan algunas características que se deben tener en cuenta a la hora de desarrollar alguna acción pedagógica:

· Los adultos trabajan, no tienen tiempo, se cansan más rápido, están más motivados, no tienen hábitos de tomar notas y les gusta participar.
· Se disponen a aprender lo que necesitan saber o poder hacer para cumplir su papel en la sociedad. Para ellos la capacitación se entiende como una oportunidad mejorar su capacidad de resolver problemas.
· Forman grupos heterogéneos en: edad, intereses, motivaciones, experiencia y aspiraciones.
· El papel de estudiante es marginal o provisional. Esto se nota cuando no asisten a una sesión y no presentan excusa alguna.
· Son susceptibles ante las críticas.
· Sus fuentes de conocimientos son heterogéneas y, a veces, contradictorias.
· Necesitan alternancia y variabilidad en el desarrollo de las actividades académicas.
· Tienen diferentes estilos de aprendizaje; unos prefieren hacerlo en grupos, otros individualmente, algunos optan por la experimentación y otros requieren asesoría.

Dado que la población con que desarrollamos nuestro trabajo son personas adultas, con un promedio de educación formal bajo, pero con vocación de liderazgo comunitario y experiencia en el trato con los funcionarios públicos y las entidades territoriales, es conveniente desarrollar un trabajo educativo bajo un modelo que potencie sus habilidades y supere sus limitaciones, este modelo es la ANDRAGOGIA.

La andragogía es la disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del adulto; proporciona la oportunidad para que el adulto que decide aprender, participe activamente en su propio aprendizaje e intervenga en la planificación, programación, realización y evaluación de las actividades educativas en condiciones de igualdad con sus compañeros participantes y con el facilitador.

En la andragogía el proyecto de aprendizaje se distingue por los siguientes aspectos:
a) El aprendizaje se realiza teniendo en cuenta situaciones problémicas del entorno físico y social del participante.
b) Debe estar relacionado con los intereses particulares de los alumnos.
c) Orientación hacia la elaboración de productos que contribuyan a mejorar el medio ambiente físico y social.
d) Como los problemas que se presentan pueden ser multicausales, un solo enfoque teórico no basta para solucionarlos; por lo que necesitan valerse de varias materias para abordar la situación desde diferentes puntos de vista.
e) A diferencia del aprendizaje en el propio sitio de trabajo, en los proyectos de aprendizaje se nota la relación social de aprender en el planteamiento cooperativo, en la distribución del trabajo y en interacción con grupos.
f) Posibilidad de generalizar. Los proyectos de aprendizaje son instrucción; organizan situaciones didácticas y situaciones de la vida; de manera que el adulto se prepara y aprende para la acción.
El diseño de cualquier dispositivo de formación debe partir de la propuesta de objetivos que den respuesta a las necesidades reales de aprendizaje.

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