El Instituto Técnico Superior Industrial, Colegio oficial de Barrancabermeja, se preciaba de ser uno de los mejores colegios de Barranca, del Departamento y de los técnicos en el país, por eso no era fácil su ingreso.
La calidad del Colegio se evidenciaba en una buena planta física, biblioteca, laboratorios, cuerpo docente y por supuesto talleres, donde después de dos años de rotación por los distintos oficios, el estudiante escogía una “especialidad” con la cual se graduaba; el titulo otorgado era: Bachiller Técnico con especialidad en (dibujo técnico, electricidad, mecánica industrial, metalistería o mecánica automotriz). De allí salían los bachilleres listos para ingresar a la universidad o complementar sus conocimientos técnicos en el Sena o en un instituto tecnológico.
Después de veintidós años nos re-encontramos un grupo de quienes terminamos estudios en 1985. Son muchas emociones las que se dan al encontrarse con compañeros de estudio y amigos con quienes se compartió una imagen del mundo y con quienes se construyó la conciencia y los imaginarios que condicionarían el futuro el desarrollo personal y profesional de cada uno.
Por su carácter de oficial, el Colegio nos permitió formarnos en la Solidaridad; esta es la Huella que ha quedado después de muchos años. Allí estudiaban los hijos de directivos y trabajadores de ECOPETROL, pero también el hijo del carpintero, del celador, del vendedor ambulante de avena, etc. Esto quiere decir que en lo público todos éramos iguales, lo que nos hacia verdaderamente Solidarios. Aquel que tenía siempre compartió, sin reproches, con quien no tenía; lo mismo era estudiar en la casa de uno que viviera en “el Recreo” o en “la Esperanza”, entonces no sabíamos de estratos, ni de marcas, sólo éramos orgullosamente “barranqueños”.
En este re-encuentro lo primero que afloró fue justamente este espíritu Solidario, después las anécdotas y lo que hemos hecho en todos estos años. Profesionales, con estudios de maestría y doctorado, tecnólogos, técnicos, empresarios, contratistas, empleados o independientes, todos con la misma emoción y en mismo nivel con orgullo de ser egresados del ITSI y por sobre todo de ser “barranqueños”.
Este re-encuentro inicio con una visita al Colegio, atravesar la puerta después de veinte años conmociona el espíritu pero recorrer las instalaciones y ver su estado actual casi en las mismas condiciones en que lo dejamos produce tristeza, pena y mucha rabia…
La calidad del Colegio se evidenciaba en una buena planta física, biblioteca, laboratorios, cuerpo docente y por supuesto talleres, donde después de dos años de rotación por los distintos oficios, el estudiante escogía una “especialidad” con la cual se graduaba; el titulo otorgado era: Bachiller Técnico con especialidad en (dibujo técnico, electricidad, mecánica industrial, metalistería o mecánica automotriz). De allí salían los bachilleres listos para ingresar a la universidad o complementar sus conocimientos técnicos en el Sena o en un instituto tecnológico.
Después de veintidós años nos re-encontramos un grupo de quienes terminamos estudios en 1985. Son muchas emociones las que se dan al encontrarse con compañeros de estudio y amigos con quienes se compartió una imagen del mundo y con quienes se construyó la conciencia y los imaginarios que condicionarían el futuro el desarrollo personal y profesional de cada uno.
Por su carácter de oficial, el Colegio nos permitió formarnos en la Solidaridad; esta es la Huella que ha quedado después de muchos años. Allí estudiaban los hijos de directivos y trabajadores de ECOPETROL, pero también el hijo del carpintero, del celador, del vendedor ambulante de avena, etc. Esto quiere decir que en lo público todos éramos iguales, lo que nos hacia verdaderamente Solidarios. Aquel que tenía siempre compartió, sin reproches, con quien no tenía; lo mismo era estudiar en la casa de uno que viviera en “el Recreo” o en “la Esperanza”, entonces no sabíamos de estratos, ni de marcas, sólo éramos orgullosamente “barranqueños”.
En este re-encuentro lo primero que afloró fue justamente este espíritu Solidario, después las anécdotas y lo que hemos hecho en todos estos años. Profesionales, con estudios de maestría y doctorado, tecnólogos, técnicos, empresarios, contratistas, empleados o independientes, todos con la misma emoción y en mismo nivel con orgullo de ser egresados del ITSI y por sobre todo de ser “barranqueños”.
Este re-encuentro inicio con una visita al Colegio, atravesar la puerta después de veinte años conmociona el espíritu pero recorrer las instalaciones y ver su estado actual casi en las mismas condiciones en que lo dejamos produce tristeza, pena y mucha rabia…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario