jueves, 24 de enero de 2008

TÍTERE

Como un títere del imperio ha calificado el presidente Chávez al presidente Uribe, al ex presidente Fox y a todo aquel que no comparte su orientación ideológica; una actitud muy natural en algunos grupos de la llamada izquierda para quienes la democracia es algo que solo es posible en su pequeño círculo de camaradas.

Sin embargo hay que decir que el títere no sabe que lo es; se muestra independiente, sólo, con personalidad ante su auditorio, muestra una vida propia, no sabe de los hilos que lo obligan a moverse y desplazarse, pues son invisibles, esa la clave del Poder.

El presidente Chávez ha propuesto (o impuesto) a su país una revolución socialista para el siglo veintiuno bajo un marco que ha denominado 'espíritu Bolivariano'. De dicha propuesta se dice que además de ser un proyecto de cambio estructural en el país vecino, es un proyecto expansionista donde existe un interés particular por Colombia; en este escenario Chávez ha creído encontrar en la guerrilla de las farc un aliado natural a su propósito.

Sin embargo, en el juego político las cosas no son como parecen y el titiritero se ha vuelto títere. Es la misma dialéctica del amo y el esclavo. Chávez le apuesta a una unión de repúblicas socialistas –antiimperialistas- y para ello aborda todos los frentes: económico (petrodólares que le alivian la carga a cuba, argentina, Bolivia y ecuador) y su impaciente ingreso a Mercosur; culturales (tv sur); sociales (círculos bolivarianos) y políticos entre los que seguramente el cuenta a las farc. El Señor (Chávez) necesita del siervo (farc) para alcanzar el objeto de su apetencia (poder).

Pero alcanzar el poder, bien sea con las condiciones que impone la democracia participativa, a través de la violencia armada o combinando todas las formas de lucha, requiere de una Estrategia a través de la cual se hace creer al otro lo que no es como si fuera verdad. En este caso las farc resultan mejores estrategas que Chávez quien soñando con la unidad Bolivariana (en torno de si) se ha vuelto esclavo de la farc que lo usan para su propósito narco-terrorista disfrazado de proyecto de lucha política por la vía de las armas. El pobre Chávez ha terminado como un simple cachorro (con apariencia de amo) del proyecto narco-terrorista de las farc.

Si no fuera por el drama y la tragedia que esto encarna para quienes han sido victimas directas de la violencia armada (desplazados, mutilados, viudas, secuestrados, desaparecidos, etc.); de quienes la hemos sufrido por más de cuarenta años como todos los Colombianos; y del dolor que inevitablemente le sobreviene al hermano pueblo de Venezuela, esta actitud del presidente Chávez y su revolución Bolivariana, no pasaría de ser un simple sainete.

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