Si usted es de los que requiere del transporte público (especialmente el bus) para movilizarse hacia su lugar de trabajo, ir de compras o hacia un sitio de recreo, estas instrucciones pueden resultar útiles:
1. Levántese temprano para estirar los músculos y ganar flexibilidad.
2. Ubíquese en cualquier sitio de la calle, preferiblemente donde hay una señal de prohibición, pero nunca en donde hay señales de parada, pues allí nunca paran los buses, y mucho menos en una bahía, ya que ellas se han convertido en parqueadero de motos.
3. Como ya dije, no se haga en las paradas y refuerzo, menos en los paraderos que puso el alcalde anterior, porque donde debe haber indicaciones sobre el lugar donde usted está, las rutas que pasan por allí y los destinos, lo que encuentra es la publicidad de las empresas que pagaron por eso.
4. Manténgase alerta para esquivar otros buses, taxis y sobre todo motos, porque el bus que lleva su ruta siempre pasa por el otro carril. (si ve para qué es el ejercicio).
5. Tenga mucha paciencia, porque por alguna extraña razón el conductor tiene la idea que los pasajeros crecieron con él, en el mismo barrio y con los mismos gustos, por eso lleva el radio a todo volumen, preferiblemente, en una emisora que cuenta chistes de doble sentido o sencillamente vulgares, con personajes que refuerzan estereotipos anacrónicos que en nada contribuyen con los procesos de formación ciudadana, sino de lo contrario.
6. Tenga monedas en el bolsillo, pues mientras llega a su destino se subirán por lo menos cinco personas que no piden dinero sino “una ayudita” de lo que su corazón le diga, por lo que usted termina dándole no por la necesidad de él sino por la suya, como una forma de expiación de culpas. Otros piden y advierten, yo podría estar robando, como quien dice “gracias que pido y no los atraco”, para ellos también hay una ayudita.
7. Si por casualidad le toca viajar de pie, agárrese lo más fuerte posible pues la mayoría de estos vehículos mantienen la puerta trasera abierta todo el tiempo.
8. Llegando al final prepárese para anunciar su parada con tiempo suficiente porque, como ya sabe, el bus para en cualquier parte.
9. Al bajarse tenga mucho cuidado, mire a todos lados para no ser atropellado por un carro, moto o bicicleta.
De esta manera usted llega a su destino, con la cara untada de humo, las manos sudorosas, estresado y de malhumor, pensando que con la plata que gasto en limosnas mejor hubiese pagado un taxi.
Por suerte este estilo de vida, para miles de habitantes del Area Metropolitana de Bucaramanga, pronto será un recuerdo, cuando entre en funcionamiento el Sistema Integrado de Transporte Masivo –METROLINEA- que sin duda, a pesar de las incomodidades de hoy, pronto será nuestro símbolo de progreso y orgullo de los Santandereanos. Sin embargo, para que eso pase se requiere que las administraciones municipales estén a tono con el desarrollo del proyecto, es decir que hagan las inversiones requeridas en mobiliario urbano y reubicación de vendedores ambulantes, entre otras.
1. Levántese temprano para estirar los músculos y ganar flexibilidad.
2. Ubíquese en cualquier sitio de la calle, preferiblemente donde hay una señal de prohibición, pero nunca en donde hay señales de parada, pues allí nunca paran los buses, y mucho menos en una bahía, ya que ellas se han convertido en parqueadero de motos.
3. Como ya dije, no se haga en las paradas y refuerzo, menos en los paraderos que puso el alcalde anterior, porque donde debe haber indicaciones sobre el lugar donde usted está, las rutas que pasan por allí y los destinos, lo que encuentra es la publicidad de las empresas que pagaron por eso.
4. Manténgase alerta para esquivar otros buses, taxis y sobre todo motos, porque el bus que lleva su ruta siempre pasa por el otro carril. (si ve para qué es el ejercicio).
5. Tenga mucha paciencia, porque por alguna extraña razón el conductor tiene la idea que los pasajeros crecieron con él, en el mismo barrio y con los mismos gustos, por eso lleva el radio a todo volumen, preferiblemente, en una emisora que cuenta chistes de doble sentido o sencillamente vulgares, con personajes que refuerzan estereotipos anacrónicos que en nada contribuyen con los procesos de formación ciudadana, sino de lo contrario.
6. Tenga monedas en el bolsillo, pues mientras llega a su destino se subirán por lo menos cinco personas que no piden dinero sino “una ayudita” de lo que su corazón le diga, por lo que usted termina dándole no por la necesidad de él sino por la suya, como una forma de expiación de culpas. Otros piden y advierten, yo podría estar robando, como quien dice “gracias que pido y no los atraco”, para ellos también hay una ayudita.
7. Si por casualidad le toca viajar de pie, agárrese lo más fuerte posible pues la mayoría de estos vehículos mantienen la puerta trasera abierta todo el tiempo.
8. Llegando al final prepárese para anunciar su parada con tiempo suficiente porque, como ya sabe, el bus para en cualquier parte.
9. Al bajarse tenga mucho cuidado, mire a todos lados para no ser atropellado por un carro, moto o bicicleta.
De esta manera usted llega a su destino, con la cara untada de humo, las manos sudorosas, estresado y de malhumor, pensando que con la plata que gasto en limosnas mejor hubiese pagado un taxi.
Por suerte este estilo de vida, para miles de habitantes del Area Metropolitana de Bucaramanga, pronto será un recuerdo, cuando entre en funcionamiento el Sistema Integrado de Transporte Masivo –METROLINEA- que sin duda, a pesar de las incomodidades de hoy, pronto será nuestro símbolo de progreso y orgullo de los Santandereanos. Sin embargo, para que eso pase se requiere que las administraciones municipales estén a tono con el desarrollo del proyecto, es decir que hagan las inversiones requeridas en mobiliario urbano y reubicación de vendedores ambulantes, entre otras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario