¿Quién podrá Salvarnos?... NADIE. La única forma de seguir creciendo como una sociedad democrática, autónoma, solidaria y con identidad, es no buscar un “Salvador” a la situación que vive el País.
Hace 20 años el país estaba asediado por la violencia armada, el
narcotráfico, la corrupción, las injusticias, la politiquería, etc., entonces
surgió un “Salvador” y el país se “enamoró” de él. La gran mayoría se rindió a
sus pies, ¡cuidadito! alguien mencionaba palabra que pudiera afectar la
buena gestión de éste “Salvador” que -según dicen - desmontó el paramilitarismo
arrinconó a la guerrilla y la “gente de bien” pudo volver a sus fincas y pasear
en carretera… Sí, ese mismo es el que ahora la gran mayoría señala de ser el
responsable de los muchos problemas que tiene al país en la situación actual: asediado
por la violencia armada, el narcotráfico, la corrupción, las injusticias, la
politiquería, etc., y que nos hace desear entonces a un nuevo “Salvador”
La historia de la humanidad está llena de estos “salvadores” que en la
desesperación de los pueblos han llegado, de manera democrática, a gobernar los
destinos de las naciones pero una vez allí enceguecidos y enloquecidos por los
espejismos del poder han querido perpetuarse a través del engaño y la desestabilización
de poderes para sugerir que solo ellos pueden y deben seguir gobernando bien
sea directamente o en cuerpo ajeno.
Esta tendencia mesiánica no es una condición exclusiva de las derechas o las
izquierdas, es la locura del Poder actuando sobre sí misma. No se necesita ir
muy lejos en el tiempo o el espacio para ver algunos ejemplos: Hugo Chávez en
Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua, Alberto Fujimori en Perú y una larga
lista a lo ancho de la geografía mundial y a lo largo de la historia universal.
Todos llegan al Poder con apoyo de un pueblo necesitado y desesperado.
Entonces, NO…no necesitamos un Salvador. Necesitamos continuar la consolidación
de un movimiento social conectado con los referentes culturales que cimentan la
identidad nacional. Es decir, que se reconozcan en lo que esencialmente somos
los colombianos: un país de regiones, con diferentes acentos, expresiones
musicales, gastronomías, territorios con diferente vocación económica,
competencias laborales, faunas, floras, ríos, montañas, desiertos y llanuras, etc.
Necesitamos reconocernos es estas diferencias para consolidar nuestra identidad
como Nación.
Necesitamos un debate político donde prime la fuerza de los argumentos y no
la intimidación o la burla; donde sintamos que el que piensa diferente no es una
amenaza para nuestra existencia sino una oportunidad para consolidar nuestras
opiniones; donde los candidatos no sean aquellos cuyo único mérito es ser el
hijo, familiar o amigo de algún ex cacique que está en prisión o inhabilitado o
porque es el que tiene el dinero para las campañas. Que los candidatos surjan y
sean lanzados por sus condiciones éticas, intelectuales y emocionales desde los
colectivos estudiantiles, gremiales, sociales o comunitarios; es decir, que
surjan desde la legitimidad que les otorga el reconocimiento de sus conciudadanos.
¿Quién podrá Salvarnos?... NADIE. Que
este momento histórico nos permita entender que tenemos la posibilidad de
elegir pensando en el bienestar del país y continuar el proceso de transformación
cultural – estructural por la senda de la Libertad y la Dignidad. Que no sigamos
en el remolino de la vieja trampa donde cambiamos algo para que todo siga
igual.
5 comentarios:
Y sea esta la oportubidad para replantear el modelo educativo
De acuerdo. Que no sigamos en la trampa donde nos movemos pero no avanzamos, sólo estamos tratando de salir de un pantano en el q nos hundimos cada vez más o donde damos vueltas en el mismo punto. Ojalá avancemos!
Gracias por compartir esos escritos que son orientación para el momento actual. En el anterior escrito, dio pistas claras para ir avanzado en ese "quien podrá salvarnos" y claramente orientó hacia esa construcción colectiva y de vínculo local con la participación especialmente de a quienes se les ha negado la voz. El reto está en no repetir historias pasadas de los dueños de verdades imponiendo su parecer.
Comparto esta idea de país.
Y ahora quien podra salvarnos? El primer paso nosotros participando y eligiendo posiblidades donde la democracia realmente se amplíe. Por eso le apuesto a los alternativos. No me quedo con la formula de mejor, malo conocido que bueno por conocer. Aca en el pais se le debe dar paso a procesos de menos exclusión y espacios realmente democraticos. Tenemos tan solo un remedo. Construyamos entre todos la democracia.
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