miércoles, 26 de mayo de 2021

AHORA... ¿Quién podrá Salvarnos?

¿Quién podrá Salvarnos?... NADIE. La única forma de seguir creciendo como una sociedad democrática, autónoma, solidaria y con identidad, es no buscar un “Salvador” a la situación que vive el País.

Hace 20 años el país estaba asediado por la violencia armada, el narcotráfico, la corrupción, las injusticias, la politiquería, etc., entonces surgió un “Salvador” y el país se “enamoró” de él. La gran mayoría se rindió a sus pies, ¡cuidadito! alguien mencionaba palabra que pudiera afectar la buena gestión de éste “Salvador” que -según dicen - desmontó el paramilitarismo arrinconó a la guerrilla y la “gente de bien” pudo volver a sus fincas y pasear en carretera… Sí, ese mismo es el que ahora la gran mayoría señala de ser el responsable de los muchos problemas que tiene al país en la situación actual: asediado por la violencia armada, el narcotráfico, la corrupción, las injusticias, la politiquería, etc., y que nos hace desear entonces a un nuevo “Salvador”

La historia de la humanidad está llena de estos “salvadores” que en la desesperación de los pueblos han llegado, de manera democrática, a gobernar los destinos de las naciones pero una vez allí enceguecidos y enloquecidos por los espejismos del poder han querido perpetuarse a través del engaño y la desestabilización de poderes para sugerir que solo ellos pueden y deben seguir gobernando bien sea directamente o en cuerpo ajeno.

Esta tendencia mesiánica no es una condición exclusiva de las derechas o las izquierdas, es la locura del Poder actuando sobre sí misma. No se necesita ir muy lejos en el tiempo o el espacio para ver algunos ejemplos: Hugo Chávez en Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua, Alberto Fujimori en Perú y una larga lista a lo ancho de la geografía mundial y a lo largo de la historia universal. Todos llegan al Poder con apoyo de un pueblo necesitado y desesperado.

Entonces, NO…no necesitamos un Salvador. Necesitamos continuar la consolidación de un movimiento social conectado con los referentes culturales que cimentan la identidad nacional. Es decir, que se reconozcan en lo que esencialmente somos los colombianos: un país de regiones, con diferentes acentos, expresiones musicales, gastronomías, territorios con diferente vocación económica, competencias laborales, faunas, floras, ríos, montañas, desiertos y llanuras, etc. Necesitamos reconocernos es estas diferencias para consolidar nuestra identidad como Nación.

Necesitamos un debate político donde prime la fuerza de los argumentos y no la intimidación o la burla; donde sintamos que el que piensa diferente no es una amenaza para nuestra existencia sino una oportunidad para consolidar nuestras opiniones; donde los candidatos no sean aquellos cuyo único mérito es ser el hijo, familiar o amigo de algún ex cacique que está en prisión o inhabilitado o porque es el que tiene el dinero para las campañas. Que los candidatos surjan y sean lanzados por sus condiciones éticas, intelectuales y emocionales desde los colectivos estudiantiles, gremiales, sociales o comunitarios; es decir, que surjan desde la legitimidad que les otorga el reconocimiento de sus conciudadanos.

¿Quién podrá Salvarnos?... NADIE.  Que este momento histórico nos permita entender que tenemos la posibilidad de elegir pensando en el bienestar del país y continuar el proceso de transformación cultural – estructural por la senda de la Libertad y la Dignidad. Que no sigamos en el remolino de la vieja trampa donde cambiamos algo para que todo siga igual.

5 comentarios:

Hugo Vecino Pico dijo...

Y sea esta la oportubidad para replantear el modelo educativo

Angela Saavedra dijo...

De acuerdo. Que no sigamos en la trampa donde nos movemos pero no avanzamos, sólo estamos tratando de salir de un pantano en el q nos hundimos cada vez más o donde damos vueltas en el mismo punto. Ojalá avancemos!

Antonio J. Mantilla S. dijo...

Gracias por compartir esos escritos que son orientación para el momento actual. En el anterior escrito, dio pistas claras para ir avanzado en ese "quien podrá salvarnos" y claramente orientó hacia esa construcción colectiva y de vínculo local con la participación especialmente de a quienes se les ha negado la voz. El reto está en no repetir historias pasadas de los dueños de verdades imponiendo su parecer.

A Granados dijo...

Comparto esta idea de país.

Antonio J. Mantilla S. dijo...

Y ahora quien podra salvarnos? El primer paso nosotros participando y eligiendo posiblidades donde la democracia realmente se amplíe. Por eso le apuesto a los alternativos. No me quedo con la formula de mejor, malo conocido que bueno por conocer. Aca en el pais se le debe dar paso a procesos de menos exclusión y espacios realmente democraticos. Tenemos tan solo un remedo. Construyamos entre todos la democracia.