martes, 25 de julio de 2023

EL CONFLICTO COMO EJE DE LA GESTION SOCIAL

Nos hacemos en el tejido de relaciones que construimos con los otros, con lo otro y con nosotros mismos; y por eso el deseo de Poder, el Trabajo, el Amor y la incertidumbre ante la Muerte y su más allá, nos define como Seres Humanos. Sin embargo, también hay que decir que parte de la esencia del ser humano es el Conflicto; dicho de otra manera, el Conflicto es un elemento constitutivo de nuestro Ser social, no podemos ser seres humanos sin el Conflicto. Donde hay dos personas siempre, de manera latente, habrá un Conflicto.

Con esta introducción se me ocurre la siguiente cuestión ¿Porqué en los programas de Gestión Social de los proyectos de Alto Impacto, el Conflicto Social no es uno de los ejes sobre los cuales se construyen dichos programas?

Es cierto que desde la estructuración de los proyectos se realiza una identificación de impactos y una matriz de riesgos sobre las cuales se plantean unas acciones de manejo que están orientadas a la prevención de los conflictos que se puedan generar durante la implementación del proyecto. Sin embargo, lo que evidencia esta practica es que el Conflicto Social se contempla como algo anormal, algo que sucede cuando lo planeado ha fallado y no como una condición connatural al desarrollo del proyecto.

Un error de muchas empresas es creer que cuando se inicia un proyecto (en el sector extractivo o en Infraestructura vial) se inicia la vida de las comunidades; la verdad es que ellas ya llevan muchos años asentadas en lo que técnicamente se llama el Área de Influencia (A.I.) del proyecto y que para ellos es su espacio vital, que han construido y dotado de Sentido, muchas veces desde el esfuerzo por su supervivencia en ausencia del Estado. Por esta razón antes de iniciar un proyecto hay que levantar un mapa de conflictos del A.I. y poder constatar cuales son históricos y no tienen nada que ver con el proyecto, cuales son históricos pero se profundizan con la presencia del proyecto y cuales se generan con el proyecto. Adicionalmente hay que clasificar los conflictos entre aquellos que tienen un origen Racional por las decisiones del proyecto y aquellos que tienen un origen No Racional y su tratamiento es un poco más complejo. Sobre esto quiero exponer los siguiente:

Los conflictos que tienen motivos Racionales son aquellos que obedecen a la lógica de la construcción del proyecto y que interfiere con las necesidades o expectativas de las comunidades. Estos se resuelven más o menos de manera fácil, quizá con algunos instrumentos propios del Plan de Gestión Social Contractual, el Plan de Manejo Ambiental y un buen mediador y/o conciliador. Por otro lado, están los conflictos No Racionales (no por ello irracionales sino que se dan en otra esfera del pensamiento distinta a la razón) y que surgen por las rupturas que genera el proyecto con aquellos intangibles que tienen que ver con hábitos, tradiciones, costumbres y afectos que producen incertidumbre y con ella los temores, la rabia y la desesperación que pueden conducir a estados de ansiedad, estrés o depresión. Este tipo de conflictos son un poco más difíciles de abordar porque estamos en una situación donde la persona considera que lo que está en juego es su propia existencia y no un estado de cosas. En esta situación, además de las necesarias habilidades comunicativas y empatía del Gestor Social, se debe contar con las herramientas teóricas y la capacidad de construcciones epistemológicas  que le permitan una mejor comprensión de los Saberes y Sentidos propios de las dinámicas sociales, culturales, políticas, económicas y religiosas del contexto donde se realiza el proyecto.

Un conflicto no reconocido oportunamente y no gestionado adecuadamente, involucrando a sus dolientes, terminará en desconfianza de las partes y malas relaciones de vecindad, parálisis de las obras, retrasos, pérdidas económicas y posibles multas y sanciones a la empresa.

Por estas razones considero que, el Conflicto Social es un concepto que debe estar en el centro de la Gestión Social, como herramienta para la comprensión e interpretación del entorno donde se desarrollarán los proyectos y como clave para descifrar las posturas y vaivenes de las comunidades en sus áreas de influencia, pues su  visibilidad, el respeto por sus orígenes y motivaciones, además de su tratamiento oportuno, marcarán las dinámicas del relacionamiento con las comunidades el A.I. y el cumplimiento cabal de los planes de acción proyectados.



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