Un ACTO es la acción que ha llegado a consumarse y su relación con otros actos, esquemas de actos, máximas morales, etc., captados en la conciencia posibilitan la construcción de un Sentido Reflexivo. Por otro lado, ACCIÓN se llama a la corriente actual de experiencias que corresponden a un proyecto. La Acción tiene un sentido actualmente y uno prospectivamente adquirido en el proyecto en que se desarrolla, éste es la anticipación de la experiencia y está trazado sobre la anticipación de un futuro posible.
El cúmulo de actos y acciones que los individuos desarrollan tienen como soporte las nociones de mundo prefabricadas que se reciben de los antecesores y se reconstruyen con los contemporáneos dejando abierta la posibilidad de continuidad en los sucesores. De esta forma, el Sentido de la Acción no es un constructo puramente individual ya que el conocimiento del sujeto que actúa y las orientaciones de su acción se entrelazan en un complejo simbólico que se va desarrollando en la continua relación con otros Sujetos.
La acción tiene el sentido de la proyección previa bien sea latente o manifiesta y su interpretación se hace desde la comprensión de su sentido en el contexto de las reglas que la enmarcan.
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